Alice y los corazones rotos

SINOPSIS

¿A quién escogerá Alice en un mundo donde nada es lo que parece y el amor puede ser tan efímero como un suspiro?

Petersen, un apellido que Alice ama y odia a partes iguales.

Su padre es el diseñador de zapatos de tacón de lujo más importante del mundo, y una grave noticia hace que Alice caiga en una realidad que nunca había imaginado.

Acompañada por su mejor amiga Anita, que le aporta un toque de humor constante a su surrealista aventura, se embarca en una odisea emocional: encuentros imprevistos, decisiones que tomar, emociones que la inundan... Alice vive desde situaciones incómodas hasta las citas románticas más absurdas.

Pero la mayor batalla de Alice es enfrentarse a ese "¿qué hubiera pasado si…?".

En su camino, se verá obligada a elegir entre la ilusión de un amor de cuento de hadas o la realidad de un corazón roto.

OPINIÓN

No podía empezar esta reseña sin comentar que no he leído Alicia en el País de las Maravillas ni he visto ninguna de las adaptaciones audiovisuales que se han hecho de la obra. Como se trata de una revisión moderna de este cuento clásico, mi opinión seguramente difiera de quienes sean ya fans de la historia original, puesto que tenemos un punto de partida distinto a la hora de enfrentarnos a la novela. Vaya eso por delante, lo que sí leo a menudo son comedias románticas y, para mí, Alice y los corazones rotos funciona más por su parte de comedia que por la de romance.

Alice pertenece a una familia adinerada, trabaja en la empresa de zapatos de tacón de lujo de su padre y se pasa el día viajando encontrando las últimas tendencias del mercado. Así de primeras no suena a que tenga muchos problemas, ¿verdad? Sin embargo, cuando su padre muere, todo cambia para ella. Dentro de la empresa ha perdido la protección que tenía y se ve juzgada por hombres con corbata que consideran que su trabajo no tiene valor, que solo está ahí por su apellido. En lo familiar lucha contra una madre que nunca la ha querido, que siempre la ha considerado como una sombra de lo que es su hermano, el favorito de la familia. Y, además, se nos menciona un viejo amor que la dejó dolida, aunque tampoco se dan muchos más detalles.

Ante esta situación, Alice comienza un viaje de liberación y búsqueda de identidad, tratando de quitarse de encima las presiones impuestas y los prejuicios ajenos. Por el camino aparece un interés amoroso que parece surgir de la nada, cosa del caprichoso destino que los hace coincidir varias veces en un mismo día. Y, aunque de primeras todo parece muy bonito, la relación con este chico hace que Alice se coma la cabeza constantemente y no pare de reflexionar sobre el miedo, el dolor por relaciones pasadas, la falta de confianza, etcétera. Con tanta reflexión y algunas red flags del chico, su historia de amor no ha conseguido conquistarme. No obstante, el viaje personal de Alice sí me ha resultado más satisfactorio y ha logrado que conecte con esas dudas propias de las decisiones importantes en la vida.

¿Y la parte de comedia dónde queda? En un viaje así nuestra protagonista no podía estar sola y es aquí donde entra en juego quien, en mi opinión, es el mejor personaje de la novela. Su amiga Anita es, tal y como se explicita en el libro, la versión del Sombrero Loco de este retelling. Genera los mejores diálogos con confusiones de todo tipo y aporta un toque de caos a la vida de la protagonista, pero a la vez la ayuda a dar los pasos necesarios para avanzar y es un apoyo fundamental en todo momento. También tiene su breve trama romántica y, aunque no se desarrolle mucho, creo que aporta ternura y también introduce un nuevo tema universal en el libro. Tendrás que leerlo para descubrir de cuál se trata.


Por Alejandra Oliva.